Ese mismo sol es el que me calienta el cuerpo, en mis siestas invernales -porque siempre tengo siestas- ahora en estos momentos es tan picante sobre mi rostro, que debo echarme hacia otro lado, para que no me moleste tanto. Aunque tumbada en el sofá, con los pies en alto, el calorcito sobre el cuerpo da una sensación muy buena...
Hoy empiezo esto, estoy verde .
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