No es casualidad que en mi mente más pronto anochece.
Sólo en estos momentos cometo el error, porque aunque quiera ver el sol,
sólo puedo ver su resplandor.
Y va anocheciendo... y ya que importa irse y no volver, ni a cambiarse.
La noche con su manto negro de nuevo me envolverá y aunque quiera quitarmelo,
ya no lo podré hacer jamás.
Mañana será otro día, me dicen ¿ Quizá el último?
Mi cuerpo oscurecido está ya, mi mente en negro ....
y vuela el pensamiento diciendo: ¿Infierno o cielo?
Solo porque no comprendo que yo soy el sol...
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