Una de penas.

Voy a poner al sol las penas,
para que se derritan en el calor intenso,
del mediodía de este agosto siniestro,
para que se las lleve lejos,
el aire fuerte de Levante...

en el hueco de mi alma
se quedan encerradas,
como con pegamento pegadas,
se me enredan en el pelo,
se me funden en el cuerpo.
Pero...
voy a pintar la sonrisa
de rojo intenso,
mi risa será más decidida,
mi espíritu más alocado,
mi carácter más controlado.
Y así saldrán las penas
de su claustro polvoriento
y del último rincón
escondido de mi pensamiento.


(Cuando la vida te de limones, pide tequila y sal)(...)

Me fui.

Me fui sin decir adiós,
sin volver la mirada atrás,
desnude mi corazón,
y dejé sus trapos
guardados en un rincón,
me deslicé sin ser vista,

me escondí entre mi sombra oculta,
y en esa tormenta que pasó, veraniega,
me mezcle entre su lluvia fina,
que mojaba fresca,
me colé en el movimiento
 del viento cálido,
me camuflé en el suelo
del asfalto,
entre la tierra levemente mojada,
me pinte de su color,
me absorbí en  su olor,
me fui si decir adiós...

(El tiempo borra heridas, pero también borra sentimientos)(...)