29 agosto, 2012

Una de penas.

Voy a poner al sol las penas,
para que se derritan en el calor intenso,
del mediodía de este agosto siniestro,
para que se las lleve lejos,
el aire fuerte de Levante...
en el hueco de mi alma
se quedan encerradas,
como con pegamento pegadas,
se me enredan en el pelo,
se me funden en el cuerpo.
Pero...
voy a pintar la sonrisa
de rojo intenso,
mi risa será más decidida,
mi espíritu más alocado,
mi carácter más controlado.
Y así saldrán las penas
de su claustro polvoriento
y del último rincón
escondido de mi pensamiento.


(Cuando la vida te de limones, pide tequila y sal)(...)

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