07 abril, 2014

Llena de luz y de sol.

Llegué a ti, distraída,
bajo un sol de primavera, inestable,
que me habría un camino,
lleno de flores de diferentes colores,
con toques de aromas
entre dulces y exuberantes,
y hasta algo limitados.
Lo que se  hace a escondidas,
lo que nadie puede ver,
un secreto mutuo gritado
dentro de un silencio compartido.
Llegué a ti, porque vi,
en tu mirada de fuego
una llama que apagar,
un calor abrasador,
que me quemaba de lleno.


(Que alguien te haga sentir cosas sin ponerte un dedo encima, eso es admirable.
Mario Benedetti)

No hay comentarios:

Publicar un comentario