Como agua salada escuecen las lágrimas derramadas, en un mar bravo en la decadencia de una mente castigada, marea alta asesina de ganas, unas huellas borradas, un corazón con goteras, el alma flotando siniestra, unos sentimientos desechos, un cuerpo descompuesto. Simulacro de algo que una tormenta violenta se llevó, muerto, mar adentro, a miles de kilómetros en la locura de un vacío en la nada a algún lugar confuso.
(Tengo miedo, la tarde es gris y la tristeza del cielo se abre como una boca de muerto. Pablo Neruda)
No hay comentarios:
Publicar un comentario