cuando hablo,
mi risa te contagia,
se te ilumina la mirada,
sientes acelerado tu corazón
el mío al mismo son.
Me miras a los ojos
cuando callo,
mi silencio te anima
a decirlo todo sin palabras
que suben y bajan,
en toda clase de sensaciones,
alterando emociones,
millones...
como una noria alocada,
sin freno,
moviéndose agitada,
arrasando con dos cuerpos
para convertirlos
en uno solo.
(Tiene usted un extraño beso, haciendo pausa entre su cuello y mi sonrisa.)
(Acción poética)
No hay comentarios:
Publicar un comentario