Chocolate por la tarde,
encerrados en alguna parte
y también a cada momento,
mezclados en el postre,
surtido de besos pegajosos
y demás antojos,
y me acuerdo de ti,
ayunando en tu recuerdo
y por la noche
como de tu cuerpo,
con las estrellas de fondo,
embriagada de sirope,
endulzando a la luna,
que nos observa celosa,
y tu allá y yo aquí
y tu con tu café
y yo con mi té
y el mundo a nuestros pies.
Té verde, con hierbabuena...
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