20 marzo, 2016
Otro cuento más.
Erase un sentimiento disfrazado,
que paseaba lento
esperando algo,
que nunca llegaba a tiempo,
dentro de una vida, fantaseando,
sobre nubes, flotando
y al caer, una y otra vez
explotaba y manchaba
siempre el mismo cuento.
Pero un día,
una estrella fugaz pasó, corriendo,
como un hechizo sin filtro
de golpe y en el preciso momento,
le alzó de nuevo el vuelo,
y dispuesto a comerse el mundo,
mil veces más, de nuevo.
-Has enseñado la patita, lobito,
y te la he visto-
gafas de color de rosa,
para arruinar esta prosa,
cansancio, aburrimiento y olvido.
...y el final del
cuento.
(Ella era poesía, él, puro cuento.)(...)
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