Hoy destruí tu carta...
aquella de papel y a mano,
con tu aroma...
tu presencia...
la constancia de tu huella,
tu pulso controlado
todo calculado,
y todo en mi mente, memorizado,
unas cuantas líneas rectas,
todas bien hechas,
muchas palabras huecas,
algunos intervalos,
demasiados puntos suspensivos,
grandes espacios en silencio,
y al final, sin firma...
toda una pura mentira.
(El pasado no tiene vuelta atrás y nada duele para siempre.)(...)
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