Nube gris,
que se queda parada
en el cielo,
sin dejar que pase el sol,
apretándole hacia dentro,
empujándole sin razón,
¿Por qué haces eso?
¿Por qué no lo dejas salir?
- Me quedé oscura,
maltrecha y desilusionada,
esperando enfadada,
lo llamaba desesperada
a gritos con el viento, azotada,
y él no me contestaba,
y desde entonces sigo nublada.-
(Te acostumbraste tanto a ser una sombra que se te olvidó que un día fuiste sol.)(...)
Extraña paradoja ¿Nublado el sol?. Licencia de poetisa que esgrime sin mirar su acero. Y danza. Y baila. Y mata. Y muere. Pero arranca lágrimas de agua transparente y cristalina, por más profundo que sea el gris amargo de la nube. ¿Porque? ¿Quién sabe en la vida porque? El ego del más idiotas de los idiotas da solo para preguntarse ¿quien?. Soñando en su tontería con ser él quien arranca tus suspiros. Tus gemidos. Tus jadeos. Tus sonrisas. A mi no se me olvidó que un día fui tu espejo y fui sol, porque te reflejé. Y me bañé desnudo en la sensualidad embriagadora de tus versos.
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