Se instala en el corazón,
sin motivo, sin razón.
Es abrumador, devastador,
te aprieta, te sofoca.
Te fabrica alas, te eleva hacia el cielo.
Ardiente pasajero de ida y vuelta.
Estrella fugaz pasando deprisa,
ves su resplandor salir huyendo.
Te deja su perfume penetrante,
oliéndolo a cada instante,
impoluto en tu cuerpo.
Y caerás al suelo...
¡Y no morirás!
Te levantarás,
lo despedirás, sin sufrir, sin mirar atrás.
( Amanecer es fenecer, como el sol en el atardecer,
por esos amores idos,
que desdibujados quedaron en el olvido.Miguel Visurraga Sosa.)
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