Las palabras se las lleva el viento,
la frase tonta del momento.
Palabras que se escapan de los labios,
hacía ninguna parte,
mueven el aire,
de la garganta se asfixian,
de la boca se escupen,
con suspiros, otra vez al viento.
Palabras escritas,
en el papel se arrugan,
se rompen, se deforman,
se hacen pedacitos,
que se arrojan al viento, siempre.
Desordenada la letra,
emborronada la tinta,
con esas lágrimas caídas,
lágrimas humedecidas,
que ahora seca el viento,
viento del norte,
viento del sur,
viento que golpea palabras,
que las lanza lejos,
viento que las destruye.,
viento que no deja rastro.
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