16 abril, 2013

Un duende entre una amapola.

Ella será tu fresco rocío,
que te riega cada madrugada,
antes de que el sol alumbre,
antes de que tu ciudad despierte.
La que duerma en tus sueños,
la que siempre soñaste,
la que te hará añorar,
lo que no pudo pasar.
La amapola de tu primavera
que siempre florecerá,
la que está ahí, quieta
a mil kilómetros, sentada
mirando la misma luna
compartiendo aquella estrella,
que os une en la distancia
bajo el cielo del mismo sueño.

( El día que tu no ardas, muchos morirán de frío. François Mauriac)

1 comentario:

  1. Vistes,
    a veces de primavera,
    envuelta en flores tu desnudo,
    en arcoíris,
    pintando el mundo de colores.
    Cuando lloras.
    Vistes,
    cuando la noche se dibuja en ti,
    traje de bruja,
    lates negro,
    tacón de aguja.
    Cuando pisas con paso firme.
    Cuando ríes.

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