Nace de un leve gesto resplandece, crece, vive en la mente se mantiene en el recuerdo en todo momento, y muere de golpe dentro de tu pensamiento, se queda brutalmente por días instalado, herido dentro de tu cuerpo.
Tranquilo, corazón ya habrá alguien que nos quiera.(...)
Algunos de mis escritos andan medio desnudos, porque solo tienen un lado de una historia verdadera, van pasando por mi cabeza y las horquillas de mi pelo, los va sujetando unos, o dejándolos sueltos otros. Los busco en mi misma, encontrándolos, en reflexiones e ideas, aciertos y dudas, con la imaginación desbordada o simplemente algo alterada. Soy un alma con alas flamantes y nuevas, fabricadas en cada historia, que se lanza al vacío, sin sabes su destino cierto...
No quería olvidarme de ti,
ni tampoco acordarme tanto,
pero el viento soplando,
me traía tu cálido recuerdo, podría expulsarlo todo,
pero prefería dejarlo sellado... Contigo, estuve llena de una boca con sus besos,
dulces y más y más apasionados, montones de sensaciones,
entrando por mi ventana abierta,
que iba el viento cerrando... Y no quería que me oyera,
dentro de mi silencio,
en una alcoba fría
pero volvía el fresco,
con sus recuerdos puestos...
como me gustan las luces brillando a los lejos, en la oscuridad de la noche, como los rayos del sol entrando por la mañana, en la ventana cerrada. Tú, me gustas, como me gusta el chocolate saboreándolo a placer lento, como cuando vuelo empujada por el viento, alzando mis alas libre. No podrías gustarme más, pero si más, de cerca y mejor, a lo grande inmenso mucho y demasiado.
Tú, me gustaste
a primera vista
a última vista
y a cualquier vista. (...)
(Uno de los secretos de una vida feliz está en darse constantemente pequeños gustos. Iris Murdoch)
La distancia entre dos,
no es un espacio vacío, es un cielo cercano
lleno de pequeños detalles, vivos y reales expuestos a todos,
con olor a otoño
entre escalofriantes sensaciones,
de viento soplado
exponiendo, colores amarillos y ocres.
Entren las mismas estrellas
que nos alumbran, la misma luna nos saluda, sentimientos que se disparan chocando entre ellos, explotando, salpicándonos.
Porque cuando se quiere,
un lunes se vuelve festivo,
un día largo sin su noche, los kilómetros se acercan, las distancias se acortan.
Si me voy, me extrañarías, si me voy,
los rincones solitarios
llenos de mi ausencia, vacíos y saturados,
los huecos cerrados
abiertos a mi esencia, sosos y embriagados,
mis cosas desperdigadas, desordenadas y acopladas. Si me voy, me extrañarías, si me voy,
mis lágrimas desahogadas
entre las tuyas desoladas,
en el cajón de los pañuelos olvidados,
mil ratos alegres,
multiplicados por los tristes,
agrupados en los años de un calendario. Si me voy, me extrañarías, si me voy.
(He visto poemas salvar vidas, sin que lo supieran, ni los poemas ni las vidas. Eduardo Millán)
Y así sin más,
me fui acostumbrando a tu ausencia,
ya no tenia un corazón apretado a un pecho, consternado,
ni una mente muerta
en una cabeza enterrada. Ya no existías, en la tristeza de mis versos negros,
papeles al viento, echados
con palabras de amor eterno
que se escurrían, volando
confundidas con el entorno, de aquellos días grises y demás noches tristes.
(A veces tendrás que dejar ir ciertas cosas, paraque otras mejores se aproximen). (...)
Que bonito leer entre tus líneas,
por toda tu piel escritas,
sobre el blanco de una sabanas,
dibujando miles de caricias. ...Y el calor de tu cuerpo contra en mío, fundido...
Que alegría en la memoria,
de mi mente plasmado,
que conserva la vivencia,
de tenerlo todo ahí, resguardado. Que tiernos dos pares de ojos mirándose hechizados, dos bocas templadas buscándose con ganas. ...y te esperan grandes besos entre mis cálidos labios y muchas más caricias contra tu piel confundidas...
(Te quiero porque tu boca sabe gritar rebeldía. Mario Benedetti)