Y fuiste desapareciendo
del rincón dormido
de dentro de mi mente,
del espacio cerrado
debajo de mi pensamiento,
muy despacio,
lentamente,
poco a poco,
disimuladamente.
Como humo al viento,
como agua evaporada,
fuego hecho ceniza.
Cada breve momento
de recuerdos añejos,
consumidos a través
de todo ese tiempo,
que se fue deshaciendo
pausado por mi cuerpo.
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