ve esa película de su vida
que le pasa, fulminante,
como relámpago potente
que la despierta insolente,
le abre la mente cerrada,
y ve pasando una historia
de recuerdos agitados,
que pintó en rojo intenso
ahora descoloridos
en oscuro negro,
y se ve, una más,
entre un montón
de princesas sin razón,
de las que se recuerda
cuando se olvida todo,
de las que se le llama
y acuden, hipnotizadas
bajo una aureola
de amnesia disfrazada,
embriagada de perfume falso,
de piel contra piel, derramado,
llamada a contra-corazón,
controlando la situación,
llega el galante caballero
de armadura oxidada
de lágrimas
de anteriores princesas olvidadas.
(Cuando soy buena, soy muy buena, pero cuando soy mala, soy mucho mejor. Mae West)
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