09 abril, 2016

Haciendo visitas a la realidad.

Y las musarañas vienen y van,
entre vientos huracanados
y entre otros más calmados,
como sombras que llevas
sin saber, pegadas,
dementes locuras, colgadas,
ese dulce veneno que te roza,
sin que casi te des cuenta,
te recorre el cuerpo sin saberlo,
deja su huella en tu piel,
te consume como hiel,
pero en el fondo,
te hace sentir bien.
Vuelves locura,
a rozarme el alma,
otra vez...


(Y así, siendo joven y sumergido en la locura, me enamoré de la melancolía. Edgar Allan Poe)

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