que lanzaba la luna llena,
que esa noche brillaba,
vacía de todos
llena de nosotros,
cuando aún no estabas
y sin apenas verte,
ya noté tu aroma
envuelto en mi sombra,
dándome vueltas,
único y diferente,
auténtico e irresistible,
y sin hacer nada
ya sabía que serías algo,
en aquella noche perfumada
de estrellas estrellada.
(Aquí estamos los soñadores, los ingenuos, los que aún creemos en la fuerza de las palabras.)(...)
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