23 agosto, 2017

Suavemente.

Grito bravo,
lamento  enfurecido,
que se forma, 
que se mezcla,
con un relámpago,
que quiere ser escuchado, 
que cruza la distancia,
con voz encolerizada,
entre el muro del silencio,
que va destruyendo,
sacudiendo,
soberbio,
pero nunca atemorizado.


(...Un ángel en su sonrisa y mil demonios en su cabeza...)(...)

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