Dejó que el sol
de ese otoño
le tostara el rostro,
alborotó su pelo,
se vistió de rosa-autoestima,
se subió a sus tacones más altos,
borró las sombras
de sus ojos,
se pintó la sonrisa
de carmín rojo,
a su cuello
en su escote abierto,
su colgante de orgullo,
puesto,
y con su lápiz de ojos nuevo,
tachó el final del cuento,
...y la dulce princesa
cansada de besar a tanto sapo
al dragón a bailar invitó...
(¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?)(...)
PUES ESO...
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