04 noviembre, 2018

Ser feliz sin tanto cuento.

Dejó que el sol
de ese otoño
le tostara el rostro,
alborotó su pelo,
se vistió de rosa-autoestima,
se subió a sus tacones más altos,
borró las sombras
de sus ojos,
se pintó la sonrisa
de carmín rojo,
a su cuello 
en su escote abierto,
su colgante de orgullo,
puesto,
y con su lápiz de ojos nuevo,
tachó el final del cuento,

...y la dulce princesa
cansada de besar a tanto sapo
al dragón  a bailar invitó...

(¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?)(...)

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