Y se iba viendo venir, noviembre,
casi sin avisar, de repente,
y yo estaba desprevenida,
despistada, esa noche,
como hoja seca
que del árbol cae,
allí plantada,
en el húmedo suelo
de la brillante calle,
bajo mi paraguas,
resguardada,
sin mirar a nadie,
y de lejos, te veía llegar,
figura tranquila y sonriente,
mojándote, levemente,
bajo la lluvia fina
que caía, suavemente,
y mi pequeña sonrisa
se ensancharía,
inconscientemente,
y mi corazón se alteraría
violentamente,
acercándote a mi, lentamente,
depositando un beso suave,
en mis labios ardientes.
Noviembre emocionante...
(Necesito a alguien que se quede, cuando yo no sepa decirle que lo haga.)(...)
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