Ausente mirada.
Y ahí estabas
lápiz en mano,
ausente mirada,
parada en el tiempo,
que lentamente pasaba,
bajo el cielo
con su resplandor anaranjado,
debajo de la suave lluvia
que mojaba tu pelo,
otoño dulce otoño,
de hoja seca,
tono amarronado,
ausente mirada,
que aunque no lo parezca
no se le escapa nada.
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