Y ahí estabas lápiz en mano, ausente mirada, parada en el tiempo, que lentamente pasaba, bajo el cielo con su resplandor anaranjado, debajo de la suave lluvia que mojaba tu pelo, otoño dulce otoño, de hoja seca, tono amarronado, ausente mirada, que aunque no lo parezca no se le escapa nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario