22 diciembre, 2019

Día 22. Invierno.


Invierno:
pero el frío
solo está en el tiempo,
no en nuestro espacio,
irrumpes en mi ánimo
como lava hirviendo
que resbala por mi cuerpo
como un volcán ardiendo
y al llegar al suelo
vuelve a subir y quema
todavía más adentro.
Invierno:
que calienta por fuera
en dos corazones templados
pero solo nosotros,
sabemos,
que nunca el verano
se ha alejado
de nuestros cuerpos.

2 comentarios:

  1. Supongo que eso es lo que me cautiva de ti. De tu blog. Ese verbo duro, sentido, intenso. Dolorosamente dulce. Que te atrapa. Te toma. Te perturba. Se cuela muy adentro. Te desarma. Sin apenas darte cuenta. Es bonito sorprenderse aun. Inesperado, cuando uno tontea y se acuesta con la nada. Ocupado en armar batallas consigo, para algo ayer tan sencillo como despertar. Quemas. Aunque apenas quede leña, dentro de uno, que vestir en fuego. Te eriges, magnífica. Supurando duende. En cobijo para alpinistas derrotados, con "nieve en el alma". Escribes este refugio, recortado "a contraluz" en el pico de la cordillera más alta. ¿Como luchar contra eso? No adornar mi insípido gris, con la alegría de tus pétalos. No ser muro, para que enraíces y te alces, malvaloca.

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