20 junio, 2011

Mi libertad acaba donde empieza mi silencio.


No te enamoraste de mí
si no de ti,
cuando estabas conmigo.
De tu garganta seca
mi nombre no salía
sólo el tuyo, a borbotones.
Yo fui la sombra
de tu modelo perfecto
donde se dislumbraba
un ser imperfecto.
Otro espejo roto.
Un adorno para tu estantería
de objetos de cera fría.
Una mujer florero
tapada con un gran sombrero.
Me consumía como tu cigarro,
veneno aspirado,
un cenicero de colillas y ceniza,
como mi vida.
Mi último recuerdo.
Me esfumo como tu humo,
muy lejos de tu entorno patético.

(Lo que no sirva para nada lanzarlo al olvido)(...)

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