en mi cuerpo fértil
de tierra blanda,
durante nueve meses

labré, aboné, regué...
la frescura del rocío de la mañana,
la luz suave de abril,
la calidez de los rayos del sol...
y mi dulce florecita,
rompió su cascarita,
empezó a florecer ,
con su carita de muñeca y flor,
dio resplandor a todo mi jardín,
con su candor y su olor,
se quedó plantada para siempre
en el centro de mi corazón.
(Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera.Pablo Neruda.)
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