Entro en un nuevo día,
va amaneciendo despacio.
La luz se filtra por la ventana,
el viento se oye suave,
los pequeños ruidos de la calle.
Mi sentimiento va despertando,
mi pensamiento todavía adormecido,
mi boca bosteza,
mi cuerpo se despereza,
mi mente lentamente trabaja...
leves momentos de tranquilidad que se van,
ya mismo en la batalla he de entrar,
mi paz saltará hacia ella sin avisar.
Un día de montones de cosas que hacer
que al llegar la noche se estancaran,
aunque ahora piense que no tienen final.
(El sentido que las cosas no está en las cosas mismas, sino en nuestra actitud hacia ellas.Antoine de Saint Exupery)
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