95 minutos, perdida en tus besos
entre tus dientes despistada,
en tu boca olvidada,
desorientada,
entre tu lengua mojada
jugando descarada.
95 minutos, encerrada en tu cuerpo
encarcelada a tu pecho,
en tus piernas enredada,
a tus brazos atada.
95 minutos, sofocada en tu pasión
al infierno bajada,
directa al cielo, alzada,
apuntando, derecha al corazón.
95 minutos intensos,
dejada de caer,
en un pozo lleno de deseo.
(Nunca me digas que el cielo es el limite, cuando hay huellas en la luna.(...)
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