Algunas veces esa luz brillante,
escondida, indulgente,
no quiere salir del nido,
que hizo en algún momento,
desconsiderado, extraño,
agazapada se queda escondida,
en el alma dormida.
Hasta que pasa una estrella fugaz,
reluciente, resplandeciente,
y despierta y hace vivir,
lo que no quería salir...
...Todos tenemos un ángel alrededor
alumbrando nuestro interior,
que vuelve a encender la llama
de las cenizas pisadas...
(Nuestros ojos intercambiaron su luz .Paul Elaurd)
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