Me voy metiendo en el otoño,
con el olor de la tierra mojada
que desprende el suelo.
después de la primera tormenta,
absorbe el instante seco,
sucumbe todo el momento
respirando intenso,
Después en el invierno,
el olor fuerte del café,
ese aroma envolvente,
que se queda entre cuatro paredes
impregnando el ambiente,
dulce gusto amargo
dentro de una taza humeando.
Y al volver la primavera loca,
entre mil olores jugando,
destaca el jazmín en flor
entre verdes hojas,
blancas flores trepando,
olor embriagando,
absorbiendo,
al corazón abierto.
Verano, caluroso, exaltado,
con la brisa marina,
entre el aire y el mar salado,
expulsa oxígeno saturado
de agua y sal, mezclada,
aroma hechizado.
(El recuerdo es el perfume del alma. George Sand)
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