En mis labios te tengo,
te espero, te reconozco,
te saboreo, te deseo.
Y todo me sale de dentro
toda mi alma entregada
en un dulce beso,
que agita el movimiento
de mi corazón, pausado,
que recorre mi sangre serena,
fluyendo por mis venas, agitada
y con los más apasionados
todos aprisionados entre mi boca,
encarcelan mi deseo,
aprietan mi nervio
y veo saltar chispas,
y subo a las estrellas,
y sigues en mis labios, puesto.
(El beso es un dulce movimiento que la naturaleza ha inventado para cerrar las conversaciones cuando las palabras se vuelven inútiles. Ingrid Bergman)
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