Tu boca, mis labios
ni un suspiro de aire
entre ellos, perdido.
Mis caricias, tus manos
ni un milímetro de piel
entre ellas, escondido.
Tú con tu café,
yo con mi té
y el postre para después..
Todas nuestras ganas juntas
encerradas detrás de una puerta.
Todo el tiempo parado
en un momento inmenso.
...Y tu perfume se quedó
en mi piel pegado...
(Las palabras no alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma. Julio Cortázar)
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