Todos los recovecos de mi cuerpo cubiertos de tus besos, ningún sitio sin ser investigado, ningún espacio sin ser liberado, sobre la piel depositados unos sedientos labios, que beben para adentro, y más y más dibujando, y más y más perfilando, y va pasando todo... rozando juntos el deseo ardiendo... sobre el mismo fuego lento como un sueño eterno...
(No soy lo que escribo, soy lo que tu sientes al leerme.)(...)
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