14 marzo, 2018

Los dos.


Su sitio está
donde la sostengas
cuando caiga,
donde si no te da tiempo
llegues al suelo
y estéis los dos
allí tirados,
donde las lágrimas
se limpian de barro,
donde los dos
estéis ensuciados
y después de la lluvia
contéis estrellas,
aunque este oscuro,
aunque este nublado,
su sitio está
donde los dos
solo seáis uno.

1 comentario:

  1. Ojalá tus versos no me emborracharan, no me noquearan así... Pero tienes el extraño don de traducir a palabras lo que apenas se acierta a expresar. Lo que da vértigo mirar. Aquello que uno más teme y más desea. Eres una suerte de sibila, de sacerdotisa extraña del yo. Misteriosa y mágica. Lejana y distante. Próxima y perturbadoramente cercana, a la vez. Un angel de la guarda que esgrime a modo de espada cauterizadora, entre sus labios rojos, afrutados, sensuales, húmedos, carnosos, con gracia infinita, la sencillez de un lápiz.

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