Y un día llega
ese momento exacto,
donde abres bien los ojos,
la mente en movimiento,
y te das cuenta,
enseguida de todo
lo que pasa a tu lado,
ves salir la mentira
tapada de suave seda,
ves como te roza
pero ya no te hace caricias,
y pasa un ligero viento
que se la lleva lejos,
dejándote como si nada
nunca fuese pasado,
cierras la ventana
y te dices: a contra cosa, mariposa.
(Échame tierra y verás como florezco. Frida Khalo.)
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