traía las nubes negras,
las que agitaba
mi pelo
y todo lo que conlleva,
después, venía la lluvia
y se colaba
hacia adentro,
empapando el alma,
allí pernoctaba,
algunos días
toda instalada,
se iba...
y volvía...
como el viento
ahora nuevo y fresco,
el que secaba,
con su sol de compañero,
todo lo que vivía
o quizá moría
inundado dentro.
(Me quedo con quien me trae paz, cuando estoy en guerra conmigo.)(...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario