Esas ganas.

Y sé quedó con las ganas,
en aquella tarde sombría,
con las ganas de chillar mil cosas,
que en su garganta ardían,
que fuego escupían,
le quemaban, le abrasaban...


 Y sé quedó con las ganas,
de manifestar
lo que su cuerpo sentía,
hechos que le consumian,
palabras que le corroían,
en su estómago oprimidas.
Y esas ganas ...
se quedaron dentro de su alma,
solas y encogidas,
infectando,
una pequeña gran parte
de su espíritu confundido.

(Todo deseo estancado es un veneno. André Maurois)

Llenarme de ti, llenarte conmigo.

Recoge mi risa,
mezclada con la tuya,
entre el eco del viento,
batida a tu aliento. 
Mi sonrisa, mi alegría.

Sacale brillo a mi vida,
transforma el momento,
en algo infinito.
Mi rutina, mi locura.
Quita el carmín de mis labios,
saturados de rojo fuego,
en un carne a carne de besos.
Mi deseo, mi anhelo.
Sazona mi cuerpo hambriento,
con ingredientes suculentos,
espolvorea tu esencia,
dale fuerza y consistencia.
Mis ganas, mis ansías.
Bebe de mí,
emborrachame de ti.

(Renunciar  a mi pasión es como desgarrar con mis uñas una parte viva de mi corazón.
Gabriele D´Annunzio)

La lluvia que cae.

Llueve y llueve,
y moja mi alma,
traspasa un sentimiento.
Llueve y llueve,
y me cala el agua,

salpicándome el pelo,
en la cara me resbala,
me despierta las ganas,
me airea las alas.
Llueve y llueve,
y sus gotas
me cantan en mi memoria,
en mi mente suenan,
sobre el suelo saltan.
Llueve y llueve,
y su sonido hueco,
parece que me diga:
un aplauso ,
a la gente como tú,
donde no le cabe la tristeza,
dentro de un día de lluvia.
Llueve y llueve.

(Lluvia de pétalos, agua de neblinas lejanas quisiera beber. Koba Yashi Issa)

Una de sueños.

Todos los sueños del mundo,
pasando a cámara lenta,
cruzando por una mente despierta,
bailando en la memoria
en algún rincón con fondo,
de sonido de ciudad desierta,
voces en la distancia,

silencio de cerca,
en una noche de oscuridad envuelta,
deslumbraba un recuerdo,
con mil estrellas en el cielo.
en tan grande espacio abierto,
un pequeño trozo cerrado,
donde sopla el perfume
que trae el viento,
lleno de deseos de cosas posibles,
con almohadones de sueños sutiles,
enrredados entre fantasías comprensibles.


(Somos del mismo material del que se tejen los sueños, nuestra pequeña vida está rodeada de sueños.
William Shakespeare)

2013,página 7 de 365.

Por fin se fueron esos ratos,
se marcharon como habían llegado,
sin pedir permiso,
sin llamar a la puerta cerrada,
sin esperarlos.
Esos momentos de sonrisas desencajadas,
entre bocas distorsionadas
con hipócritas palabras,
que decían siempre lo mismo,
en años pasados, repetido.
Adiós a todo el espectáculo,
de personas dentro de un escenario.
Adiós a todo el montaje,
hasta otro año,
que vuelva de nuevo,
otra vez, todo el falso doblaje.
Vuelvo a mi dulce rutina,
vuelvo a mi verdadera vida.

(El truco está en no esperar nada de nadie)(...)

Para el año que pasó.

Ese año que se fue
rápido y ligero,
escribiendo repleta de sueños
que dejaron alguna huella
de leve pesadilla.
Ese año que pasó,
por momentos dudosos,

que secó lágrimas saladas,
diluidas en vientos secos,
que traían soles esplendidos,
entre radiantes sonrisas
y ojos llorosos.
Ese año que se llenó,
de algunas penas
y más alegrías,
dentro del corazón
abierto a la vida,
risas y llantos
mezclados entre días.
Ese año caminé sola,
escribí acompañada,
lloré, reí,
me ahogue, resucité, viví,
ese año crecí...

(El secreto de una vida plena es tener más comienzos que finales. Dave Weinbaum)