19 marzo, 2013

La lluvia no se va.

La misma lluvia, pesa en el ambiente,
pesa en el corazón indulgente,
en la misma hora,
interrumpidamente.
Cada día a cada rato,
se van cargando las nubes,
que se diluyen contra los cristales,
hace liquido al viento,
mojando el momento,
empapándome el cerebro.
Chubascos que pasan veloces,
aguas tibias que pasan fugaces,
que se quedan en la piel,
habitándola,
como saña te alimenta,
te daña, te enferma.
Paraguas de colores, volando,
el momento del día gracioso.
La lluvia no se va este invierno,
paseando tranquila sobre marzo.
Los pensamientos metidos en flotadores,
nadando sobre mares.
Las mariposas de la primavera,
escondiéndose,
detrás del arco iris, coloreándose.
La lluvia no se va.

(Llueve. Y el agua cae sin relieve sobre las piedras ávidas de lluvia.Aquí mi corazón como remueve,aquí en mi corazón como diluvia. Julia Prilutzky)

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