Intenté sacarte de mi piel,
a masajes... a fletes...
pero más te introducías,
intente cambiar de piel,
a tirones...a golpes...
pero en su fondo seguías.
Me quedé como estaba
maltrecha y herida,
pero contigo encima,
acostumbrándome,
a tenerte en mi...
aunque sea solo en una vida.
(La piel termina siendo de quién la eriza.)(...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario